No
cabe duda de que vivimos tiempos huracanados y confusos. Sin la
presencia física del Comandante Chávez, una ausencia que jamás dejará de
dolernos, nuestros estados de ánimo se revuelven y retuercen. De eso se
aprovechan quienes detractan a la Revolución Bolivariana para
envolvernos en una polvareda de angustia y decepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario