Brenda Myers-Powell era apenas una niña cuando empezó a ser
prostituta, a principios de los 70. A continuación, describe cómo
terminó trabajando en las calles y por qué, tres décadas más tarde,
dedicó su vida a asegurarse de que otras niñas no caigan en la misma
trampa. Algunas partes de su testimonio pueden herir tu sensibilidad.
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